A lo largo del tiempo, el ámbito del mantenimiento dentro de las empresas ha sido considerado como un gasto, más que un beneficio para la misma. Hoy en nuestro post trataremos de explicar el beneficio que conlleva tener un plan adecuado de mantenimiento para cualquier tipo de caldera.
El mantenimiento se define como el conjunto de actuaciones que se realizan para que un equipo o sistema mantenga las condiciones o para mejorar las condiciones de dicho elemento hasta que este puede realizar la función para la que fue diseñado. Cuando se habla de mantenimiento, caben destacar dos grandes tipos, que son el mantenimiento
correctivo y el preventivo.
Mantenimiento correctivo: El mantenimiento correctivo es aquel que se realiza cuando el fallo ya se ha producido en el equipo o sistema, por lo que, mediante las operaciones necesarias se intenta devolver el equipo al estado de servicio. Este mantenimiento puede ser programado o no.
Mantenimiento preventivo: El mantenimiento preventivo es aquel que se realiza antes de que el fallo ocurra, esto se consigue realizando un cambio de piezas o componentes y ciertas reparaciones del equipo o sistema cada
cierto periodo de tiempo o según determinados criterios, consiguiendo así reducir las posibilidades de averías. Este mantenimiento siempre es planificado.
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