Las averías más típicas en calderas de gasoil pueden incluir:
- Problemas de encendido: Si la caldera no se enciende, puede ser debido a una variedad de problemas, como una válvula de seguridad defectuosa, un termostato defectuoso o una falta de combustible.
- Problemas de combustión: La combustión insuficiente puede ser causada por una obstrucción en el quemador, un filtro de combustible obstruido o un problema con la bomba de combustible.
- Fugas de agua: Las fugas de agua son comunes en las calderas de gasoil debido a la presión y la temperatura a las que operan. Esto puede ser causado por válvulas de seguridad defectuosas, una bomba de agua rota o una fuga en el intercambiador de calor.
- Bloqueos en la chimenea: Los bloqueos en la chimenea pueden ser causados por una acumulación de hollín, suciedad o desechos. Esto puede impedir que la caldera funcione correctamente y puede ser peligroso, ya que puede provocar la liberación de monóxido de carbono.
- Problemas con el termostato: Los problemas con el termostato pueden causar que la caldera no funcione correctamente, lo que puede provocar una temperatura inadecuada en el hogar o en la propiedad.
- Problemas con la bomba de circulación: La bomba de circulación es responsable de hacer circular el agua a través del sistema de calefacción. Si hay un problema con la bomba, el agua no se moverá correctamente y el sistema de calefacción no funcionará correctamente.
Es importante que cualquier problema en la caldera de gasoil sea revisado y reparado por un profesional cualificado para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento de la caldera.