En muchas ocasiones, caemos en el error de pensar que el mantenimiento de las calderas de condensación corresponde únicamente a los especialistas que realizan revisiones periódicas. Pero si nosotros mismos realizamos unas pequeñas acciones, nos aseguraremos de alargar la vida y eficacia de nuestra caldera el máximo tiempo posible.
- Revisar constantemente que tu caldera de condensación tenga la temperatura adecuada te asegurará tenerla a punto siempre.
- Sigue las pautas proporcionadas por el fabricante de tu caldera. Este suministrará información de mantenimiento en los manuales de caldera sobre el mantenimiento diario, semanal, mensual y anual requerido.
- Es imprescindible que no hagas el mantenimiento ni ninguna reparación por tu cuenta, para evitar imprevistos y desperfectos mayores.
- Revisa y limpia regularmente la trampa de condensado y el sistema de drenaje.
- Revisa y limpia la cámara de combustión de tu caldera
- Como personas no especializadas, no deberíamos manipular nuestra caldera sin conocimientos técnicos. Ante cualquier problema o imprevisto lo ideal es ponerse en contacto con un profesional.
- Para un buen mantenimiento de nuestras calderas de condensación es muy importante asegurarse que las tomas se encuentren en buen estado y no tengan ningún daño.
- Purgar los radiadores para que puedan afrontar un correcto funcionamiento, sobre todo antes de
- arrancar la temporada de invierno.