La temperatura de nuestro hogar es un factor clave a la hora de conseguir el confort que todos deseamos para pasar tiempo en nuestra casa sintiendo el máximo bienestar.
Lo primero que debe tenerse en cuenta es el aislamiento, si contamos con un buen aislamiento impediremos que se produzcan pérdidas de calor y además no será necesario aumentar la potencia de nuestro sistema de calefacción. El calor no solo se va a través de las ventanas como muchos piensan, por las paredes, los techos y los suelos también existe la posibilidad de que haya fugas.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) lo ideal es mantener una temperatura de 20 grados durante el día y 16 grados por la noche. Teniendo en cuenta que tampoco se aconseja apagar la calefacción por completo, de lo contrario, será necesitará más potencia para calentar las estancias desde cero. (Solo debe apagarse la calefacción en aquellas habitaciones que no se usen)
Por último, siempre que sea posible se debe aprovechar el calor natural que recibe la casa durante el día, para ello, lo mejor es levantar bien las persianas a las horas en las que haga más calor y bajarlas bien durante las noches.