Si en anteriores entradas hablábamos a cerca de los diferentes tipos de calderas que existen, hoy vamos a profundizar un poco más en las calderas de condensación de propano.
El gas propano pertenece a los gases licuados del petróleo (GLP), que se caracterizan por no tener olor, ser fácilmente licuables y resistir temperaturas extremas. Se trata de un suministro menos contaminante que el gasoil, más efectivo económicamente que la electricidad y sólo superado por el gas natural en cuanto a precio.
Las calderas de condensación de propano pueden instalarse tanto en áreas rurales como en zonas semiurbanas dónde no llega la red de gas. El suministro más normal es en botellas de 13 o 35 litros y a granel para llenar depósitos desde 1.000 litros. Estas calderas son, además, aptas para zonas geográficas con todo tipo de climas, siendo especialmente interesantes en lugares fríos. Las propiedades físicas del gas propano garantizan su resistencia a los climas extremos y a las fuertes heladas. El propano solo se congelaría con temperaturas inferiores a -44 grados Celsius
Si crees que el propano podría ser una buena opción para tu vivienda o negocio, ponte en contacto con nosotros, resolveremos tus dudas y te haremos unas preguntas para determinar cuál es el formato qué más te conviene.
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