Una caldera que no tiene una presión de agua constante no podrá funcionar de manera tan eficiente como podría hacerlo, y la verdad, verificar la presión de la caldera no podría ser más simple, solo échale un vistazo al medidor de presión incorporado. Para comprobar este número debes dirigirte al manómetro de la caldera, donde se reflejarán diferentes presiones a lo largo del día en función del uso que estemos haciendo de ella. Para saber cuál es la presión habitual de tu caldera debes mirarla cuando está en frío y con la bomba parada. Si encuentras que la aguja está por debajo de 1, puede haber un problema con la baja presión de la caldera.
Algunos de los problemas de presión en la caldera se deben al deterioro de algún componente o a fugas que podemos reparar nosotros mismos. Por suerte, un mantenimiento adecuado y la regulación manual de la caldera suelen ser suficientes para solucionar la mayoría de problemas.
Si se produjera cualquier bloqueo en tu caldera o indicios de posibles averías, ponte en contacto inmediatamente con nuestro Servicio Técnico Oficial, nuestros técnicos autorizados están capacitados para diagnosticar correctamente el problema de tu caldera y ofrecerte la mejor solución. Las Calderas son aparatos delicados y requieren de la supervisión y manipulación de un especialista.
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