Dentro de los aires acondicionados existen diversos sistemas para adaptarse a las necesidades de cada espacio o consumidor. Por ello, en primer lugar, se debe distinguir entre los sistemas de aire acondicionado centralizados y los sistemas de aire acondicionado autónomos.
El Aire Acondicionado Central es el que a partir de un equipo de climatización único (bomba de calor o enfriadora) hace la distribución del aire (caliente o frío) a través de conductos, generalmente escondidos en el falso techo. Su principal diferencia con los sistemas autónomos es que con solo un dispositivo puede refrigerarse una casa entera, plantas de oficinas o, incluso, un edificio completo.
Se trata de una forma de instalación de aire acondicionado más estética en la que no se ven ni aparatos ni cableado pero que cumple las mismas funciones que una tradicional. Además, el sistema centralizado otorga dos posibilidades: puedes determinar la misma temperatura para todas las estancias o establecer una temperatura distinta para cada una de ellas, si las necesidades no son las mismas en todas las habitaciones.
La elección de un sistema de aire acondicionado depende, además de de la demanda de climatización, de las características del edificio y del coste de inversión y mantenimiento que se desee realizar.
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